En el estudio de las emociones y la educación emocional se plantean dos grandes categorías de emociones: las positivas y las negativas. Para esto, conviene tomar conciencia de que las palabras activan emociones, y las emociones pueden generar actitudes, que son una predisposición a comportarse a favor o en contra de algo o alguien. Estas categorías están planteadas y se tiene en cuenta que, en términos de lenguaje, tienen un impacto sobre las personas. Toda ciencia se caracteriza por tener una terminología específica que permite la comunicación entre la comunidad científica. Si se quiere que la educación emocional reciba un reconocimiento como ciencia, requiere de un lenguaje científico que permita la comunicación precisa y unívoca sobre las emociones. 

Sin embargo, en tema de emociones, podemos escuchar opiniones como: “es que yo no creo que haya emociones positivas o negativas”, “para mí las emociones son agradables o desagradables”, pues para mí son “adaptativas o desadaptativas”, “para mí son placenteras o displacenteras”, etc. Esto pasa con mucha frecuencia. Cuando pasa, estamos dando una opinión, pero no estamos haciendo ciencia. Entender esto nos ayuda a tomar conciencia sobre la complejidad de las emociones, de los distintos puntos de vista a partir de los cuales se pueden analizar, y también de la dificultad de utilizar un lenguaje unívoco. Al respecto, uno de los retos de la educación emocional es convertir el lenguaje coloquial en un lenguaje científico. Esto es indispensable para que pueda haber una política de país que oriente los programas educativos y la asignación de presupuestos para proyectos sobre educación emocional. Mientras no haya un reconocimiento generalizado de su cientificidad, no se podrá avanzar hacia la implementación generalizada, y esto requiere cumplir con las características de las ciencias; entre ellas el uso de un lenguaje científico. 

¿Qué significa positivo y negativo? Una parte importante del problema terminológico surge cuando nos encontramos con palabras polisémicas o una terminología sobre la cual no conocemos su significado preciso. En el lenguaje científico no se piensa que lo positivo es bueno y lo negativo es malo, ya que se habla de polaridad y valencia; no se habla de valores. La confusión entre valencias y valores es fácil y frecuente. En ciencia, positivo significa “presencia de algo”. Y negativo es “ausencia de algo”.

La psicología positiva surge en el 2000 y es además una referencia de la connotación científica de la palabra “positiva”. Cuando se eligió “psicología positiva” se pensó muy bien la denominación para que tuviera la connotación claramente científica. Se denominan emociones positivas, por que tienen presencia de bienestar, y se denominan emociones negativas por que, aunque son funcionales y necesarias no tenemos bienestar cuando las experimentamos.

Finalmente, las personas que discuten la terminología de “positivo” y “negativo”, muchas veces lo hacen porque confunden positivo con bueno y negativo con malo. Pero esto es un problema de dominio y uso del lenguaje. Sobre este punto, conviene insistir en que uno de los objetivos de la educación debe ser enseñar a todas las personas el significado, a veces complejo, de la realidad que nos toca vivir, lo cual afecta a las palabras, con su polisemia, sinonimia, connotaciones y denotaciones, así como la diferencia entre el lenguaje coloquial y el lenguaje científico.

Este texto ha sido extraído del siguiente documento al que remitimos para más información y también para citarlo así en caso de ser reproducido:

Bisquerra, R. (2019). ¿Existen emociones positivas y negativas?. Barcelona: RIEEB. (documento interno). Documento completo disponible para Socios RIEEB.

INICIA SESIÓN o HAZTE SOCIO/A para acceder al contenido completo.
~

Contenido exclusivo

Esta información es parte de un contenido más completo disponible únicamente para socios. Hazte socio ahora si quieres acceder a él.

1 Comentario

Enviar un comentario

¿Quieres colaborar aportando contenido?

La RIEEB es un espacio para compartir conocimiento. Si quieres colaborar en la divulgación de la Educación Emocional y el Bienestar, ponte en contacto con nosotros. 

Autoría

Presidente de la RIEEB (Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar) | Web | + publicaciones

Presidente de la RIEEB (Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar)

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver
Privacidad